Por primera vez, investigadores han obtenido ratones con dos papás. Ninguna hembra contribuyó a la composición genética de los roedores.
POR ROBOTITUS EL 13 OCTUBRE, 2018
Esta reproducción inusual tuvo lugar en un laboratorio donde los investigadores recolectaron células madre de los padres y las utilizaron para producir embriones que se implantaron en madres sustitutas. La técnica requería que los científicos editaran los genes de los animales para que los ratones maduraran lo suficiente como para nacer. Aun así, los bebés ratones con solo papás murieron unos días después del nacimiento. Por el contrario, investigaciones anteriores y este estudio han demostrado que algunos ratones con genes modificados que solo tienen madres pueden sobrevivir hasta la edad adulta y tener sus propias crías.

Los investigadores realizaron los experimentos para descubrir por qué los mamíferos solo pueden reproducirse sexualmente (lo que requiere dos padres del sexo opuesto), mientras que otros vertebrados, incluidos los pavos, las serpientes y los tiburones, a veces se pueden reproducir con un solo padre. Las hembras de esas especies a veces pueden hacer que un óvulo no fertilizado produzca descendencia, un proceso llamado partenogénesis.

Cabe resaltar que anteriormente ya se había logrado un pez cebra con solo el ADN de un padre individual. Pero hasta ahora no se había logrado la reproducción solo para machos, o androgénesis, con mamíferos.
Este trabajo es un primer paso muy importante ya que podría ayudar a corregir defectos de nacimiento causados por errores de impronta genética.
La producción de mamíferos a partir de padres de un solo sexo también podría ayudar a las especies en peligro de extinción que tienen animales de un solo sexo. Por ejemplo, el último rinoceronte blanco del norte macho murió a principios de este año, dejando solo dos hembras. La edición de genes podría ayudar a los investigadores a recuperar los rinocerontes blancos haciendo que las poblaciones de hembras sean exclusivamente de células madre cultivadas en el laboratorio.
Según los investigadores podría ser demasiado peligroso probar la técnica en las personas. No hay garantía de que las regiones de impronta genética involucradas en la reproducción del ratón sean las mismas involucradas en la reproducción humana. Y tampoco ese es el objetivo de su estudio.